La enseñanza que hay detrás de cada Nombre no está dirigida al intelecto sino a abrir nuestro corazón al cambio. Su naturaleza es esencialmente vibratoria, son secuencias sagradas que se activan visualmente a través de la belleza de las formas de las letras hebreas y que nos brindan la oportunidad de conectarnos a la corriente vital que fluye a través de la realidad. Cada una de las 3 letras que forman un Nombre de Dios son amplificadores de conocimiento y de pensamiento que potencian nuestras capacidades y nuestros dones internos.
LA MAGNIFICIENCIA DEL 9.EL CODIGO OCULTO DE LOS NUMEROS.
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LOS 72 NOMBRES DE DIOS
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